Desde 2018 ayudamos a empresas españolas a mantener sus finanzas bajo control. No prometemos milagros, pero sí resultados consistentes que puedes ver cada mes en tus cuentas.
Hablar con un especialista
Cada etapa de nuestro crecimiento ha estado marcada por el aprendizaje constante y la adaptación a las necesidades reales del mercado español
Empezamos con tres socios y una oficina compartida en Madrid. Nuestro primer cliente fue una panadería familiar que no conseguía entender por qué perdía dinero vendiendo más que nunca. Ese caso nos enseñó la importancia de mirar más allá de las ventas.
La pandemia nos obligó a reinventarnos. Mientras muchas consultoras cerraron, nosotros desarrollamos un sistema de seguimiento remoto que permitió a nuestros clientes mantener el control incluso trabajando desde casa. Fue duro, pero salimos más fuertes.
Alcanzamos los 50 clientes estables y abrimos nuestra segunda oficina. No fue por ambición desmedida, sino porque las referencias de boca en boca nos desbordaron. Cada nuevo cliente llegaba recomendado por otro que ya trabajaba con nosotros.
Este año queremos perfeccionar nuestro modelo de acompañamiento a largo plazo. No se trata de crecer por crecer, sino de ofrecer un servicio aún más personalizado que realmente marque la diferencia en la vida diaria de nuestros clientes.
Llevábamos tres años con belorafexiq cuando llegó 2023, un año especialmente complicado por el aumento de costes energéticos. Gracias al sistema de alertas que habíamos implementado, pudimos anticipar el impacto y ajustar nuestros precios antes de que fuera demasiado tarde.
Lo que más valoramos es que nunca nos han vendido humo. Cuando empezamos en 2021, nos dijeron claramente que los primeros meses serían de ajuste y aprendizaje. Y así fue. Pero también nos dijeron que si seguíamos el proceso, en seis meses tendríamos claridad total sobre nuestros números.
Sin compromisos eternos ni cláusulas abusivas. Puedes cambiar de plan o cancelar cuando quieras, porque confiamos en que nuestro trabajo habla por sí solo.
No hay dos empresas iguales, por eso preferimos conocer tu caso antes de proponer nada. Una conversación de 30 minutos puede ahorrarte meses de dolores de cabeza.
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